La exposición “BC_15: Fotografía y Documento” muestra la experiencia del fotógrafo italiano que captó las imágenes icónicas del conflicto con la policía y los jornaleros en San Quintín
Texto de Natalia Rivera Lugo
Tijuana, 3 de julio.- Para el fotógrafo Roberto Armocida el elemento que todo fotógrafo debe cargar, además de una buena cámara es "la pasión, sin pasión no hace ni 20 metros aunque tenga la mejor lente del mundo, los mejores zapatos, sin pasión no se hace nada”.
Fiel a la filosofía del padre del fotoperiodismo, el francés Henri Cartier-Bresson, mantiene que un fotógrafo tiene que estar en el momento justo y el lugar indicado, explica “una buena foto la puedes encontrar en el punto más banal del planeta, un niño parado sobre el mapa, enfrente de la reja, juntos los dos elementos en ese preciso instante, el parado sobre Tijuana, te hace esta carita inquisitiva, demandante, ya tienes una imagen interesante”.
Esta fotografía fue la primera imagen publicada en las redes sociales de La Jornada Baja California, la cual junto con 36 fotografías forma parte de la exposición titulada: "BC_15: Fotografía y Documento", nombre que alude al archivo fotográfico compilado para este medio por el fotógrafo italiano Roberto Armocida.
La selección de fotos por el propio expositor está compuesta su experiencia de varios meses en Baja California, hay fotos de Tijuana, de Tecate, de San Quintín, donde explica que “El hilo conductor es el aspecto fotoperiodístico, blanco y negro es una decisión que yo siempre tomo en ciertos temas que son muy fuertes para no desviar la atención de lo que yo considero importante: el rostro y la mirada de la gente”.
Hace énfasis en que las imágenes sobre ciertos temas como “Las fotos de pobreza, de condiciones de vida desfavorables no uso colores bonitos porque desvían la atención, el blanco y negro nos concentra sobre elementos clave de la imagen como lo es la expresión, el mensaje final de la imagen”.
Respecto a la experiencia de documentación en el conflicto del 9 de mayo de 2015 entre la Policía Estatal Preventiva y la comunidad triqui en San Quintín, explica, “fue un pico de violencia que sorprendió a todo mundo, lo esperábamos pues un día anterior habían lanzado piedras, pero ese día todo mundo se fue y el quedarnos Javier Cruz, Olga Aragón y yo fue una gran decisión pues ese trabajo es único porque no había nadie más, devastar una estación de policía eso no es de todos los días, ver a los policías fugarse y abandonar su propio sitio”.
Al preguntarle si tuvo dificultades para hacer las fotografías que fueron la portada de La Jornada y varios diarios a nivel nacional, cuenta que “para hacer estas fotos, los policías me empujaban con los escudos, me patearon por hacer la foto que ven aquí y también me alcanzaron algunas piedras y trancazos, pero después las negociaciones de los jornaleros tomaron un rumbo distinto, en época de elecciones, nadie quería sangre en la calle, ahora de los acuerdos no están cumpliendo casi nada, yo creo que eso se arma otra vez, es una burla de un burlón que te ha burlado, hay que estar atento a esos temas”.
Portada del diario La Jornada, el domingo 10 de mayo de 2015.
Para Roberto Armocida, la imagen tiene un poder de síntesis, de descripción, que ni la televisión ni el cine tiene, explica que “la fuerza de una imagen nunca se va a perder, si te fijas bien hay imágenes que nos acompañan toda la vida, las tenemos plasmadas en nuestra memoria como capítulos, eso no se pierde, si te digo Tiananmen, el Muro de Berlín, hay imágenes ícono que no puedes olvidar, perdura más una sola imagen que una secuencia”.
Sobre el auge fotográfico en la vida cotidiana, comenta que “el año pasado se tomaron más fotografías que en cualquier otro año de la historia, los instrumentos permiten esto, hay un consumo diferente de la imagen, la fotografía está en manos de todos, lo cual no los convierte en un fotógrafo, técnicamente sí, pero no profesionalmente”.
Justo Roberto Armocida cumple 30 años de trabajo como fotoperiodista, profesión que le ha llevado documentar procesos políticos y conflictos en Costa Rica, Panamá, Europa del Este, Ciudad de México y ahora en el estado de Baja California.
La exposición contó con el apoyo del Instituto de Fotografía del Noroeste y el Instituto Municipal de Arte y Cultura que prestó la sala Benjamín Serrano de la Casa de Cultura Altamira, en donde "BC_15: Fotografía y Documento" se exhibirá hasta el 2 de agosto.